El universo de DC en la gran pantalla ha sido testigo de reinicios, ajustes y expectativas, pero pocas veces ha generado una sensación tan tangible de «borrón y cuenta nueva» como con la llegada de «Superman», la película que marca el pistoletazo de salida del nuevo DC de James Gunn y Peter Safran. Para quienes, como yo, no estamos profundamente inmersos en cada rincón del lore de DC, esta película ofrece una puerta de entrada sorprendentemente accesible y refrescante.
Un James Gunn en su Esencia: El Hombre de Acero con Sello de Autor
Desde los primeros compases, queda claro que esta es una película de James Gunn. Su inconfundible estilo, ese equilibrio entre el humor peculiar, la acción dinámica y un corazón palpable, impregna cada fotograma. Aquí, vemos a Superman como nunca antes en la pantalla, no solo como un símbolo, sino como un personaje central y multidimensional, en quien recae todo el peso y el carisma de la narrativa. Si este nivel de ejecución se mantiene en las futuras entregas, el nuevo universo DC tiene el potencial de volar muy, muy lejos.
La mejor analogía para describir la experiencia de «Superman» es la de una piscina en un día caluroso: al principio, sientes el frío inicial, pero una vez que te acostumbras, el agua es una delicia. La película arranca con un ritmo que puede sentirse algo pausado, un comienzo que, si bien es fundamental para establecer el contexto de este nuevo universo, tarda un poco en encontrar su zancada. Sin embargo, una vez que la trama toma vuelo, la película mejora exponencialmente en todos los aspectos, desde la acción hasta el desarrollo de los personajes.
Personajes con Fuerza, Aunque en Abundancia Controlada
Uno de los desafíos de iniciar un universo es presentar un mundo que se sienta ya establecido, y «Superman» lo aborda introduciendo una cantidad considerable de personajes. Aunque la saturación es palpable, es un efecto secundario comprensible y, en última instancia, necesario para mostrar la riqueza y la complejidad de este renovado cosmos de DC.
El elenco brilla con luz propia. David Corenswet es, literalmente, Superman. Su interpretación captura la esencia del héroe de forma inmaculada, transmitiendo tanto su poder como su humanidad. Rachel Brosnahan como Lois Lane y Nicholas Hoult como Lex Luthor son elecciones acertadas que prometen una dinámica fascinante. Nathan Fillion, Skyler Gisondo, María Gabriela de Faría y Edi Gathegi también cumplen con creces, demostrando que cada actor fue cuidadosamente seleccionado para su rol. Es cierto que Isabela Merced como Hawkgirl no me acaba de convencer mucho, pero su presencia no resta mérito al conjunto general.
Un acierto rotundo es la integración de Krypto, el superperro. Sus apariciones son orgánicas y, a menudo, proporcionan momentos de humor genuino y entrañables, sumándose al lado más natural y divertido de la película.
Conexiones Inesperadas y un Humor Acertado
La aparición de Supergirl en la película está muy bien introducida y se siente justificada en la narrativa. Aunque su presencia me fue «spoileada» antes de ver la película, lo que me quitó el efecto sorpresa inicial, la forma en que conecta con su propia historia en los cómics (especialmente la idea de ella, quizás, en un bar con Krypto) es un guiño inteligente que me gustó mucho y que sienta una base sólida para su futura película.
El humor, sello distintivo de Gunn, está bien calibrado. Lejos de sentirse forzado o cansino, se entrelaza de forma orgánica con la narrativa, proporcionando alivios cómicos que funcionan la mayor parte del tiempo. Solo una escena específica me sacó por completo de la inmersión, un pequeño desatino en un mar de aciertos cómicos.
Visualmente, la película cumple. El CGI es en general bastante sólido, aunque hay un par de detalles que chirrían. El CGI de Krypto, en algunos planos, no termina de sentirse tan «real» como el resto, y la representación del bebé de Metamorpho tiene un aspecto «demasiado plástico» que desentona ligeramente. Sin embargo, son puntos menores en una producción que, en su mayoría, luce espectacular.
Un Impacto Emocional y un Futuro Prometedor
A pesar de los pequeños tropiezos, «Superman» logra conectar a un nivel más profundo. Hubo momentos que me erizaron la piel y otros que, por su crudeza o emotividad, me dejaron conmocionado. La película es, en su conjunto, una experiencia completa. Es un buen punto de partida para este nuevo universo de DC, dejándote con una sensación de querer más, de estar expectante por ver cómo evoluciona esta visión de Gunn.
En definitiva, «Superman» no solo es una película de superhéroes competente, sino también una declaración de intenciones. Es el inicio de una era que promete más calidad, más corazón y, sobre todo, más Superman. Mi calificación es un sólido 7.5/10.