Ironheart, la nueva serie de Marvel Studios para Disney+, llega finalmente tras varios retrasos y con una tibia campaña de promoción. Su estreno, que en otro momento habría generado mayor entusiasmo, ha pasado casi desapercibido. El problema no es solo el cuándo, sino también el por qué y el para qué de esta producción.
Planteada inicialmente como una continuación del legado de Tony Stark y una expansión natural tras Black Panther: Wakanda Forever, lo cierto es que Ironheart llega tarde, sin rumbo claro y, sobre todo, sin el respaldo real del estudio que la produjo.
Una serie víctima de su propio contexto
Ironheart es, en muchos sentidos, una muestra de lo que fue una etapa de Marvel Studios marcada por la saturación de contenidos y la necesidad de llenar una plataforma antes que construir historias sólidas. El resultado es una serie que parece boicoteada desde dentro, sin marketing efectivo ni una estrategia clara para conectar con el público.
Desde el primer episodio se percibe una desconexión entre la intención y la ejecución. No es una serie fallida por completo, pero tampoco tiene la fuerza necesaria para destacar en un universo cada vez más sobrecargado.
Luces y sombras: lo bueno y lo mejorable
Hay aspectos rescatables. El CGI, por ejemplo, está muy por encima de otros productos de Marvel. Algunas secuencias de acción son visualmente atractivas, planos espectaculares y la trama, en ciertos momentos, logra generar intriga. También destaca Zelma, el personaje más sólido del conjunto, y por supuesto, Sacha Baron Cohen como Mephisto, cuya breve, pero increíble aparición es lo mejor de la serie.
Sin embargo, la lista de fallos es extensa:
- Riri Williams, la protagonista, pierde carisma en comparación con su debut en Wakanda Forever. Su actuación aquí resulta plana, y su evolución, poco convincente.
- El guion presenta giros abruptos, momentos inconexos y escenas valle que diluyen el ritmo narrativo.
- La inteligencia artificial de su amiga y la figura de su madre están mal planteadas, sin una conexión buena y con muchos fallos.
- El villano principal, si bien funcional como introducción para Mephisto, carece de profundidad y potencial, cuando era un villano que tenía buena pinta.
- Y el final, lejos de cerrar el arco, deja tramas abiertas de forma atropellada, como si se esperara una segunda temporada que nadie parece tener intención de hacer.
Mephisto y el rumor que mantiene el interés
Mucho se ha rumoreado sobre un posible especial de Halloween centrado en Mephisto, supuestamente rodado en paralelo a Agatha All Along. Si algo deja claro Ironheart, es que Sacha Baron Cohen tiene el potencial para dar nueva vida al UCM, si Marvel decide apostar realmente por él.
Conclusión
Ironheart no es la peor serie de Marvel, pero tampoco es una que deje huella. Es un producto del montón, propio de una etapa en la que el estudio parecía más enfocado en cumplir calendarios que en cuidar sus historias.
Quienes busquen algo para ver en una tarde de verano, encontrarán en ella entretenimiento funcional, algunos destellos interesantes y una promesa aún por cumplir en la figura de Mephisto. Pero para quienes esperaban una sucesora digna de Tony Stark o una piedra clave en la construcción de los Jóvenes Vengadores, el resultado será decepcionante.
Puntuación final: 5/10
Una serie con algunas virtudes técnicas, pero sin alma ni ambición narrativa.